24 de julio de 2010


Estar con alguien es una elección, es algo que
elegimos para creer que estamos bien, para sentir
que estamos en compañía, compartiendo momentos y
cosas con la persona que queremos.
Es fácil no tener que elegir, y hacer de nuestras
vidas una rutina ir siempre por el mismo camino,
nunca pegar un volantazo, nunca permitir una sorpresa pero
eso no es vivir, es el pánico que nos da tener que elegir.
Siempre que tenemos opciones, hay que elegir y arriesgarse
a jugarsela por una sola opción, siempre que elegimos,
vamos a perder algo. El terror al abandono, a sufrir y arrepentirnos
de nuestra elección puede ser nuestro peor enemigo, por eso no hay que
tenerle miedo a las opciones.
Aunque el miedo no es no saber lo que queremos,
sino no estar seguros, porque sino dudamos, no probamos y no
buscamos nunca vamos a saber lo que queremos..
El mundo esta lleno de posibilidades, y no por
una elección hay que perder las demás
, pero si
elegimos todo no elegimos nada.
Cuando somos estructurados, rígidos y no nos corremos del camino,
pensamos que no somos libres.. Pero cuando pensamos que en verdad
lo somos, estamos presos de nuestra propia indecisión.
Algunos no eligen por miedo a perder algo; otros por miedo
a perder todo
y terminan sin elegir nada.. Nadie sabe que es peor!.
Cuando uno no elige, la vida elige por uno y eso no es ser libre,
ser libre es animarse a elegir un lugar donde quedarse, una opción,
jugarse por una relación y no temerle ni al compromiso, ni a lo que
pueda pasar después. Uno se siente libre, pero es un engaño, si uno
no elige nada, no tiene nada. Hay muchas razones para decir no,
y muchas razones para decir si
, pero no podemos permitirnos no elegir,
ya que el elegir es darnos oportunidades a probar y a obtener cambios.